Una nueva investigación ha encontrado que una introducción de 30 minutos a la atención plena puede reducir significativamente las emociones negativas y aliviar el dolor físico, incluso para aquellos que nunca antes han practicado la técnica.

La investigación ha demostrado que la atención plena y la aceptación plena tienen múltiples beneficios para la salud física y emocional.

Medical Pharma News ha cubierto estudios que muestran los muchos beneficios de la atención plena, desde bajar la presión arterial hasta hacer frente a las fobias.

Hay otras dos áreas en las que la atención plena puede ser útil: el dolor y la regulación de las emociones.

Los experimentos neurocientíficos han encontrado que los participantes sintieron menos dolor físico como resultado de practicar la atención plena, y los investigadores han sugerido que esto puede tener implicaciones para controlar el dolor crónico.

Otros estudios que utilizan escáneres cerebrales han demostrado que la atención plena ayuda a controlar las emociones, lo que puede ayudar a las personas a superar la adicción o reducir sus niveles de estrés.

Sin embargo, ¿es posible que alguien que nunca antes haya meditado pueda cosechar estos beneficios? Esto es lo que un grupo de investigadores, dirigido por Hedy Kober, profesor asociado de psiquiatría y psicología en la Universidad de Yale en New Haven, CT, se propuso examinar.

Específicamente, Kober y sus colegas querían ver si las personas sin experiencia previa en mindfulness podían beneficiarse de una introducción de 30 minutos a la técnica.

Los resultados, que ahora aparecen en la revista Social, Cognitive, and Affective Neuroscience, parecen sugerir que una breve introducción a la atención plena puede ayudar a aliviar el dolor y reducir las emociones negativas.

El efecto de 30 minutos de atención plena

Los experimentos revelaron que los participantes informaron menos dolor físico y emociones negativas en la condición de atención plena.

Esto coincidió con cambios en sus cerebros. Según los autores del estudio, “la regulación de la emoción mediante la aceptación consciente se asoció con reducciones en el dolor informado y el afecto negativo, respuestas de amígdala reducidas a imágenes negativas y respuestas evocadas por calor en los sistemas de dolor medial y lateral”.

Refiriéndose a los experimentos de dolor físico, Kober explica: “Es como si el cerebro estuviera respondiendo a una temperatura cálida, no a un calor muy alto”.

Kober continúa comentando la importancia clínica de los hallazgos:

“La capacidad de permanecer en el momento cuando experimentas dolor o emociones negativas sugiere que la práctica de la atención plena también puede tener beneficios clínicos en condiciones crónicas, incluso sin una práctica prolongada de meditación”.

Hedy Kober