El mordisco de gato y perro puede ocasionar enfermedades infecciosas peligrosas, como el tétanos o la rabia. Si estos penetran en el torrente sanguíneo, pueden llegar a todo el cuerpo y provocar una septicemia mortal.
Asimismo, aunque el perro o gato lleve todas las vacunas existe un riesgo de infección que hay que evitar. Independientemente del tamaño del animal y de la gravedad de la herida, una mordedura debe tratarse siempre, de lo contrario, podría infectarse e incluso dar lugar a complicaciones muy graves.
Se recomienda inmediatamente después de una mordedura de gato o perro:
- Lavar la herida suavemente con agua y jabón.
- Aplicar presión con una toalla limpia sobre el área lesionada, para detener cualquier sangrado.
- Aplicar un vendaje estéril a la herida.
- Mantener la herida elevada por encima de la altura del corazón para prevenir la hinchazón y la infección.
- Dirigirse a un centro de atención médica dentro de las 24 horas siguientes en caso de cualquier mordedura que rompa la piel.
- Debe ser vacunado contra la rabia y la antitetánica.
Los síntomas que presenta un paciente con mordedura de gato o perro pueden durar varios días. Estos progresan a disfunción cerebral, ansiedad, confusión y agitación. A medida que avanza la enfermedad, la persona puede presentar delirios, comportamiento anormal, alucinaciones, hidrofobia (temor al agua) e insomnio.
Si la persona es mordida por un animal infectado con el virus de la rabia, se puede prevenir si recibe tratamiento lo antes posible. Si la persona no se trata y desarrolla la rabia, el resultado es la muerte.
Usted distinguirá si su gato o perro tiene rabia, si nota cambios en el comportamiento del animal, puede mostrar sensibilidad, miedo o inquietud. Fase de encefalitis aguda: comienza la rabia furiosa. El animal se pondrá más agresivo e irritable, la salivación cobra fuerte presencia.
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https://medlineplus.gov/spanish/druginfo/meds/a607023-es.html