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Con las plantas medicinales se trata de eliminar la causa principal de las enfermedades, aplicar tratamiento, y primordialmente la prevención.
La Albahaca.
Tiene propiedades digestivas, calmantes y cicatrizantes. La infusión de albahaca después de las comidas contribuye a una mejor digestión; en varios países la albahaca se utiliza directamente como condimento. La preparación de aceite medicinal con hoja de albahaca tiene una excelente acción emoliente en irritaciones de la piel o en las fisuras de los pezones, problema que afecta a las madres que están lactando. Como gargarismo combate hongos en garganta y boca. El té frio es bueno para cansancio de los ojos.
La Alcachofa.
Las hojas de alcachofa poseen un fuerte sabor amargo y se utilizan en infusión o en cocimiento para problemas digestivos y hepáticos. Su capacidad limpiadora contribuye a normalizar el exceso de colesterol en la sangre.
El Algodón.
El cocimiento de las hojas y de la corteza del algodón es utilizado para problemas menstruales; lo pueden tomar las mujeres en la dieta después del parto, ya que es un poderoso tónico y limpiador del útero.
El Almendro.
El aceite de almendras tiene gran utilidad como emoliente y cicatrizante externo. Puede aplicarse para suavizar el cuero cabelludo de los niños recién nacidos que tienen la costra láctea en la cabeza. Además, con el aceite se preparan ungüentos de plantas que se utilizan en eccemas y en todo tipo de irritaciones de la piel.
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