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La inmunoterapia es un tipo de terapia biológica que usa sustancias producidas por organismos vivos para combatir el cáncer.
Existen distintos tipos de inmunoterapia que pueden ayudar al sistema inmunitario a atacar el cáncer directamente o a incitar el sistema inmunitario de una forma más general. Entre estos tenemos: Los inhibidores de punto de control. Anticuerpos monoclonales, conocidos también como anticuerpos terapéuticos. Vacunas de tratamiento, las cuales trabajan contra el cáncer al reforzar la reacción de su sistema inmunitario a las células cancerosas.
La inmunoterapia no se usa todavía tanto como la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. Sin embargo, las inmunoterapias han sido aprobadas para tratar a personas con muchos tipos de cáncer. Se están estudiando muchas otras inmunoterapias en estudios clínicos.
Una razón por la que las células cancerosas prosperan es porque son capaces de esconderse del sistema inmunitario. Algunas inmunoterapias refuerzan el sistema inmunitario para que funcione mejor contra el cáncer.
La inmunoterapia puede causar efectos secundarios, los cuales afectan a las personas de diferentes maneras. Los efectos secundarios que usted pueda tener dependerán del grado de salud que tenga antes de recibir tratamiento, de su tipo de cáncer, de lo avanzado que esté, del tipo de terapia que se reciba y de la dosis.
Las diferentes formas de inmunoterapia pueden administrarse en formas diferentes. Estas son: intravenosa (iv), oral, tópica e intravesical.
Un equipo de investigadores del Princess Margaret Cáncer Center han identificado un biomarcador con una característica genética muy particular, que puede predecir qué pacientes responderán o no a la inmunoterapia, lo que podría ser extremadamente útiles para determinar que pacientes van a ser favorecidos de una de las terapias más promisorias para el cáncer.
La capacidad de diseminar, invadir y colonizar con éxito otros tejidos es una característica fundamental del cáncer que implica la remodelación de la matriz extracelular (ECM) establecida por los fibroblastos.
La ECM es un determinante clave de la progresión y el pronóstico del cáncer. En el trabajo se presentaron los resultados de uno de los análisis de cáncer de planificación de la desregulación del gen ECM en el cáncer. Se definieron un conjunto distinto de genes de ECM regulados al alza en el cáncer (C-ECM) y vinculados a un peor pronóstico.
De acuerdo al principal investigador del proceso manifiesta que el sello del gen se relaciona con la red molecular del cuerpo llamada matriz extracelular.
Para el investigador, el estudio sienta las bases para una nueva estrategia terapéutica para enfocarse primero en las formas de deshabilitar la matriz extracelular antes de iniciar la inmunoterapia.
El objetivo final es encontrar un biomarcador que pueda ayudar al oncólogo a decidir si un paciente debe recibir inmunoterapia o no.
Estas y otras innovaciones ahora son posibles en Pharmamedic.
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