En el extenso mundo de las especias, el orégano destaca por ser una de las hierbas más apreciadas por las innumerables propiedades que posee, así como por los múltiples usos que se le han atribuido, de igual manera, sucede con el aceite de Oliva, que es muy tomado en cuenta para usos medicinales.
El Orégano se trata de una planta con enormes propiedades culinarias y medicinales, que se ha utilizado durante varios siglos como condimento y como remedio casero.
Su tallo y sus hojas, bastante abundantes, están cubiertos de pequeños y finos pelos, de los que se puede extraer un aceite esencial. Sus hojas desprenden un olor muy particular, y suelen utilizarse dejarse secar para luego elaborar aceites, infusiones y para sazonar alimentos.
La mayoría de los tipos de orégano es originaria del Mediterráneo europeo, donde se le ha utilizado como especia.
Hoy en día, su uso se ha extendido a lo largo y ancho del mundo, cultivándose y comercializándose entre diferentes países.
Existen diferentes tipos de orégano que pueden encontrarse en regiones diferentes. Así, por ejemplo, orégano de cerro, una planta medicinal nativa de México. Por otra parte, se encuentra el orégano brujo, también llamado orégano francés, otro integrante de la familia lamiaceae que tiene propiedades curativas pero que también se asocia a un alto grado de toxicidad. Tenemos también el orégano grueso, propio de países como Colombia, Venezuela, México, Puerto Rico y Cuba, y el orégano acuático, cuyo cultivo se lleva a cabo a escala mundial, pero siempre en lugares de gran humedad.
El orégano es una hierba que posee múltiples propiedades que contribuyen a mejorar la salud de nuestro organismo, ya que contiene una gran cantidad de minerales importantes como el calcio y el potasio, además de antioxidantes y vitaminas como la tiamina.
De igual forma, el orégano destaca por su contenido de omega 3, hierro, magnesio, cobre y calcio, así como por aportar vitaminas B6, C, E y K, indispensables para la buena salud.
A esta planta se le atribuyen una gran variedad de propiedades medicinales:
Funciona como antibiótico, ya que su aceite es rico en polifenoles que combaten microbios y bacterias.
También actúa como digestivo, ya que contiene timol que calma los espasmos intestinales y los dolores estomacales. Trata afecciones respiratorias, pues tiene propiedades antiinflamatorias, antisépticas y expectorantes, que actúan contra la gripe, la bronquitis y otros problemas. Sirve como carminativo, pues elimina gases y flatulencias, disminuyendo la inflamación. Es un excelente antioxidante natural, de manera que aumenta las defensas y bloquea la acción de los radicales libres que causan el envejecimiento.
Actúa como estrogénico, lo que quiere decir que ayuda en la prevención del cáncer.
Calma los dolores menstruales, especialmente si se le prepara a modo de infusión, y también alivia los dolores de cabeza y los problemas gástricos.
Ayuda a mejorar la circulación, ya que cuenta con flavonoide y naringenina, que estimulan la circulación sanguínea y ayudan a evitar problemas cardiovasculares.
Aunque el orégano sea una planta sumamente beneficiosa, existen también algunas contraindicaciones y efectos secundarios asociados al consumo de orégano, aunque estos suelen ser bastante ligeros y muy poco tóxicos.
Sin embargo, es necesario moderar su consumo en mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, así como en niños, pues su concentración puede llegar a provocar reacciones adversas. Por tanto, se recomienda consultar con un especialista antes de administrar esta hierba, ya sea ingerida o en su versión tópica.
En este mismo sentido, le detallaremos a continuación las propiedades del aceite de Oliva, que es un aceite vegetal de uso principalmente culinario.
Se obtiene del fruto del olivo (Olea europaea), denominado oliva o aceituna. Casi la tercera parte de la pulpa de la aceituna es aceite. Por esta razón, desde la Antigüedad se ha extraído fácilmente con una simple presión ejercida por un molino. En España, las instalaciones donde se obtiene el aceite reciben el nombre de almazara. También se ha empleado para usos cosméticos, medicinales, religiosos y para las lámparas de aceite.
La oliva o aceituna no se suele comer cruda debido a la amargura de su sabor (principalmente debida a la presencia de compuestos fenólicos). Este sabor se reduce mucho aplicando diversos procesos de macerado. No obstante el 90 % de la producción mundial de olivas se emplea en producir aceite.
Histórica y culturalmente ha sido un producto muy ligado al área del Mediterráneo. Hoy tan solo un 3 % de la producción mundial se realiza fuera del área mediterránea. España produce casi la mitad del aceite de oliva de todo el mundo, seguida por Italia y Grecia. Estos tres países acaparan las tres cuartas partes de la producción mundial.
El aceite se extrae de aceitunas maduras de entre seis y ocho meses, cuando contienen su máxima cantidad de aceite, lo que suele ocurrir a finales de otoño. Las aceitunas se someten a una primera presión con el objeto de extraer su zumo. La calidad del aceite depende en gran medida del procesado posterior. Por esta razón, los productores vigilan estos pasos con sumo cuidado.
La calidad del aceite de oliva se juzga por sus propiedades organolépticas y por su contenido de ácidos grasos libres.
Existen regulaciones en la Unión Europea sobre las clasificaciones del aceite en seis categorías, en función de la concentración de ácidos grasos.
Este aceite de oliva posee propiedades para usos medicinales, por lo que se utiliza en bálsamos, emplastes, ungüentos, linimentos y cataplasmas para quemaduras, durezas de la piel, otitis, heridas, torceduras y luxaciones. Mezclado con hierbas, como mirra y aloe, o con productos de fórmulas magistrales, ha servido para crear compuestos de purgas, lavativas y eméticos. También es beneficioso para el hígado y la vesícula biliar, porque es un perfecto colagogo y colerético.
En el presente se utiliza como excipiente y principio activo de muchos medicamentos.
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