Por tu salud y por la mejor recuperación de tus músculos, siempre debes estirar al finalizar una sesión de entrenamiento. Ve estirando todo tu cuerpo, desde los gemelos hasta el cuello, de manera relajada y sintiendo como el músculo se relaja.

De esta manera tu cuerpo entenderá que la rutina de entrenamiento ha finalizado, que es momento de relajarse, descansar y renovar energías con una comida saludable.

Ahora bien, un buen ejercicio que no debe faltar en tus rutinas de entrenamiento, son las zancadas, pero hay que tener mucho cuidado a la hora de realizarlo para no lesionarte. Procura que tu espalda esté recta cuando bajas y que la rodilla no sufra, concentra la carga en los cuádriceps y en el glúteo. Realiza 3 series de 10 cada una.

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