Se llama ciática a la irritación del nervio ciático que provoca que el paciente sienta dolor en la parte baja de la espalda, un dolor que se extiende hacia la parte de atrás de una de las piernas, y puede llegar hasta la punta del pie en ocasiones. A veces el nervio irritado no es exactamente el nervio ciático, y el dolor afecta a la parte lateral o delantera de la pierna, pero se suele mantener el nombre de ciática o ataque de ciática en el lenguaje popular.
La ciática, que se produce a causa de la irritación del nervio ciático, es muy dolorosa y puede durar varios días, llegando a incapacitar al paciente. Es una de las causas más frecuentes de consulta médica y de baja laboral entre los varones de mediana edad.
Las raíces de este nervio nacen de la médula espinal, salen a través de las vértebras, y se fusionan formando el nervio, que es tan ancho como un dedo de la mano (es el nervio más grande del cuerpo humano). A partir de ahí baja hacia la pierna por detrás de los glúteos, del muslo y la rodilla, inervando todos los músculos que encuentra por el camino y la piel de su recorrido hasta llegar al borde externo del pie.
Las causas más frecuentes de la ciática son: Hernia de disco vertebral, Estenosis del canal lumbar, Síndrome piriforme, Fracturas, Tumores, Enfermedad de Paget, Embarazo.
El principal síntoma del ataque de ciática es el dolor, aunque éste puede variar mucho en intensidad y características. Puede ser desde un dolor sordo que dura varios días, hasta un dolor que aparece casi de repente y con gran intensidad e impide al paciente moverse del sillón. En cualquier caso, el dolor afecta siempre a uno de los lados, desde las nalgas hasta la rodilla, las pantorrillas o incluso el pie. Es frecuente, además, que se acompañe con dolor en la parte baja de la espalda, por lo que los médicos lo llaman lumbociatalgia. El dolor puede aumentar con los movimientos (sentarse, incorporarse) o al aumentar la presión dentro del abdomen (toser, defecar). Puede aparecer también al acostarse o al despertarse por la mañana tumbada en la cama, pero no suele interrumpir el sueño en mitad de la noche.
Otros síntomas frecuentes serían la debilidad muscular y la disminución de reflejos musculares. El nervio ciático, al estar dañado, no puede inervar correctamente los músculos y se limitan los movimientos de la cadera y la rodilla. Por eso, las personas con ciática caminan cojeando o no pueden levantarse de la cama por sí solos.
El tratamiento de la ciática consistirá en: Analgésicos y antiinflamatorios que calmen el dolor. Se suelen tomar cada ocho horas durante los días que dure el episodio.
Reposo relativo, es decir, el paciente podrá moverse pero no debe realizar esfuerzos ni caminar largas distancias. No se recomienda el reposo en cama una vez que el dolor se palia con los analgésicos.
Corticoides: sólo se deben administrar en las situaciones en las que los antiinflamatorios no sean suficientes.
Aplicar frío en la zona lumbar o nalga afectada los dos primeros días de dolor. Así se reducirá la inflamación que acompaña a la compresión del nervio. El frío se aplicará durante unos 10-15 minutos y siempre indirectamente, cubriendo para ello los hielos con paños.
Aplicar calor los días siguientes con una manta eléctrica, bolsa de agua caliente o baño. No se deben superar los 20-25 minutos de aplicación. Calma el dolor y es más efectivo cuando el dolor se acompaña de contracturas musculares.
Masajes en la zona lumbar; tienen el mismo efecto que la aplicación de calor. Los deben realizar personas capacitadas.
Hay signos de alarma que obligan al médico a realizar más pruebas para descartar tumores, lesiones nerviosas u otras causas graves de ciática. Estos signos son:
- Tener más de 50 años y no haber sufrido ataques de ciática previos.
- No responder al tratamiento después de cuatro semanas.
- Aumento progresivo de la zona sin sensibilidad.
- Pérdida del control de esfínteres.
- Pérdida de peso o de apetito, o fiebre acompañante.
- Cáncer
- Endocarditiso sepsis previa.
Ante alguno de estos signos se debe realizar una analítica sanguínea, una radiografía de columna vertebral y una resonancia magnética.
Para prevenir la ciática las mejores medidas que se pueden tomar son:
- Evitar la obesidad y el sobrepeso.
- Caminar un mínimo de cinco horas a la semana.
- Practicar deportes que favorezcan el desarrollo de la musculatura lumbar, como la natacióno el tenis. El yoga también puede ayudar a mantener una buena tonificación muscular.
- No agacharse doblando la espalda, sino doblando las rodillas con la espalda erguida.
- No cargar grandes pesos.
- No adoptar malas posturas mientras se está sentado en el escritorio o conduciendo. La zona lumbar siempre tiene que estar apoyada en el respaldo o en un cojín.
- Dormir en colchones flexibles pero rígidos, de forma que la columna vertebral siempre esté un una posición recta.
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