Entre estas enfermedades están la diabetes tipo 1, hipoparatiroidismo, enfermedad de Addison, hipopituitarismo, enfermedad de Graves, tiroiditis crónica, miastenia grave y vitíligo.
La anemia perniciosa es un tipo de anemia megaloblástica causada por una gastritis atrófica y la subsiguiente pérdida de las células parietales del estómago responsables de secretar el factor intrínseco.
Es la consecuencia del déficit de vitamina B12, debido a un defecto en la absorción, ya que el factor intrínseco es esencial para la absorción de la vitamina B12, y es uno de sus principales desencadenantes. También por problemas digestivos o por medicamentos que alteren la absorción gástrica, como por infecciones por Helicobacter pylori, gastritis crónicas, enfermedad de Crohn, vegetarianos estrictos que no consumen suficientes alimentos enriquecidos con vitamina B12 ni un suplemento de vitamina B12.
Los síntomas de la anemia perniciosa son los siguientes: dificultad en la respiración, fatiga, alta frecuencia cardíaca, palidez, diarrea, entumecimiento de las manos y pies con sensación de hormigueo, ausencia de apetito, úlceras en la boca, dificultad en la marcha, el equilibrio y en casos más graves cambios en la conducta.
El tratamiento para corregir la deficiencia de vitamina B12 consiste en colocar inyecciones mensuales. Este tratamiento corrige tanto la anemia como posibles complicaciones neurológicas si el paciente es tratado a tiempo.
En algunos pacientes ancianos, además de inyecciones, se toman suplementos orales de vitamina B12 ya que solo uno por ciento de la misma se absorbe.
También existe un preparado de vitamina B12 que se administra por la nariz. Y hace falta una dieta equilibrada, para así dar al organismo otros elementos: el ácido fólico, el hierro y la vitamina C, los cuales son fundamentales en el desarrollo de glóbulos realmente saludables.