La tromboembolia pulmonar (TEP) es un bloqueo de una arteria en los pulmones por una sustancia que se ha movido desde otra parte del cuerpo a través del torrente sanguíneo (trombo).

Los síntomas de una TEP pueden incluir dificultad para respirar (disnea), dolor en el pecho, especialmente al inhalar y toser sangre (hemoptisis). También pueden presentarse síntomas de un coágulo de sangre en la pierna, como una pierna enrojecida, caliente, hinchada y dolorida. Los signos de una TEP incluyen niveles bajos de oxígeno en sangre, respiración rápida (taquipnea), frecuencia cardíaca rápida (taquicardia) y, a veces, fiebre leve. Los casos graves pueden provocar desmayos, presión arterial anormalmente baja (hipotensión), choque obstructivo, y muerte súbita.

La TEP suele ser el resultado de un coágulo de sangre en la pierna que llega al pulmón.

El riesgo de coágulos de sangre aumenta con el cáncer, el reposo prolongado en cama, el tabaquismo, los accidentes cerebrovasculares, ciertas afecciones genéticas, los medicamentos a base de estrógenos, el embarazo, la obesidad y después de algunos tipos de cirugía. Una pequeña proporción de casos se debe a la embolización de aire, grasa o líquido amniótico. El diagnóstico se basa en los signos y síntomas en combinación con los resultados de las pruebas. Si el riesgo es bajo, un análisis de sangre conocido como dímero D puede descartar la afección. En caso contrario, un CT con angiografía pulmonar, pulmonar de ventilación/perfusión de exploración, o ultrasonido de las piernas Doppler puede confirmar el diagnóstico. En conjunto, la trombosis venosa profunda y la TEP se conocen como tromboembolismo venoso (TEV).

En el examen físico, los pulmones suelen ser normales. Ocasionalmente, se puede escuchar un roce de fricción pleural sobre el área afectada del pulmón (principalmente en TEP con infarto). A veces se presenta un derrame pleural que es exudativo, detectable por la disminución de la nota de percusión, sonidos respiratorios audibles y resonancia vocal. La tensión en el ventrículo derecho puede detectarse como una elevación paraesternal izquierda, un componente pulmonar fuerte del segundo ruido cardíaco y/o aumento de la presión venosa yugular. Puede haber fiebre baja, particularmente si hay hemorragia pulmonar o infarto asociados.

Como los émbolos pulmonares más pequeños tienden a alojarse en áreas más periféricas sin circulación colateral, es más probable que causen infarto pulmonar y derrames pequeños (ambos dolorosos), pero no hipoxia, disnea o inestabilidad hemodinámica como taquicardia.

Causas

Después de un primer episodio de TEP, la búsqueda de causas secundarias suele ser breve. Solo cuando ocurre una segunda TEP, y especialmente cuando esto sucede mientras aún se encuentra bajo terapia anticoagulante, se emprende una búsqueda adicional de las condiciones subyacentes. Esto incluirá pruebas (“cribado de trombofilia”) para la mutación del factor V Leiden, anticuerpos antifosfolípidos, proteína C y S y niveles de antitrombina, y más tarde mutación de protrombina, mutación de MTHFR, concentración de factor VIII y anomalías de coagulación hereditarias más raras.

Diagnóstico

Para diagnosticar una embolia pulmonar, se recomienda una revisión de los criterios clínicos para determinar la necesidad de pruebas. En los que tienen un riesgo bajo, tienen menos de 50 años, frecuencia cardíaca inferior a 100 latidos por minuto, nivel de oxígeno superior al 94 % en el aire ambiente y sin hinchazón de las piernas, tos con sangre, cirugía o traumatismo en el último cuatro semanas, coágulos de sangre previos o uso de estrógenos, por lo general no se necesitan más pruebas.

 

https://fundaciondelcorazon.com/informacion-para-pacientes/enfermedades-cardiovasculares/tromboembolismo-pulmonar.html

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/pulmonary-embolism/symptoms-causes/syc-20354647#:~:text=La%20embolia%20pulmonar%20se%20produce,hacia%20una%20parte%20del%20pulm%C3%B3n