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La esteatosis hepática, popularmente conocida como hígado graso, consiste en una acumulación de triglicéridos en el hígado.

La afección ocurre, sobre todo, tras un consumo excesivo de alcohol; incluso se ha observado esta anomalía en un 90% de los individuos  con alcoholismo crónico. Sin embargo, también existe la esteatosis hepática no alcohólica, y en este caso la afección no está relacionada con el consumo de alcohol y puede aparecer en pacientes abstemios o sin historial de consumo importante de alcohol.

El dolor abdominal, la pérdida de apetito o la diarrea, vómito, pérdida de peso, somnolencia, astenia son algunos de los síntomas inespecíficos que pueden sufrir los pacientes con hígado graso.

Actualmente se habla de que este trastorno hepático es la expresión clínica del síndrome metabólico en el hígado. Puede presentarse también en los niños, relacionándose también con un 50% de los niños obesos.

Su incidencia ha ido en aumento debido al mayor número de personas con obesidad y diabetes.

Su relación con la obesidad, en individuos con índice de masa corporal normal la esteatosis hepática se presenta en uno de cada 10 aproximadamente, mientras que en individuos con IMC en rango de obesidad su prevalencia ronda el 80%.

El hígado graso está asociado al alcoholismo crónico, pero hay otras causas que originan el trastorno, así como diversos factores de riesgo que incrementan las posibilidades de padecerlo como:

  • Diabetes mellitus: ocurre en la mitad de los pacientes con DM tipo II.
  • Obesidad: el 60-90% de las personas con obesidad importante acaban desarrollando esteatosis hepática.
  • Hipertrigliceridemia
  • Síndrome metabólicoy resistencia a la insulina. El aumento de ácidos grasos libres en estas situaciones conlleva un mayor acúmulo de estos en vísceras, como el hígado fundamentalmente, y a nivel muscular.
  • Diverticulosis: presencia de divertículos en el intestino.
  • Antecedentes familiares de esteatosis hepática.
  • HepatitisC crónica.
  • Nutrición deficiente: se han descrito casos de esteatosis en pacientes con inanición prolongada y con malnutrición proteico-calórica.
  • Fármacos: tetraciclinas por vía intravenosa, corticosteroides, tamoxifeno, metotrexato, ácido valproico, etc.
  • Exposición a agentes tóxicos: como el tetracloruro de carbono (que se usa como líquido refrigerante).
  • Síndrome de la apnea del sueño.
  • Hipotiroidismo.
  • Embarazo: esteatosis hepática aguda del embarazo, una complicación muy rara y cuya causa se desconoce.

Las recomendaciones para anticiparse a la esteatosis hepática son:

  • No consumir alcohol, especialmente si se tienen antecedentes familiares de esteatosis hepática o alguna otra patología que afecte al hígado.
  • Mantener un peso adecuado; el sobrepeso y la obesidad, y especialmente acumular grasa abdominal (obesidad central), se asocian frecuentemente con la esteatosis. Pero esto se debe realizar bajo la supervisión médica, de manera que no se pierda más de 3-4 kg al mes, pues una pérdida más acusada o brusca puede agudizar la enfermedad.
  • Llevar una dieta equilibrada y practicar ejercicio regularmente.
  • Controlar la diabetes correctamente, de acuerdo a las indicaciones del médico, en el caso de que se padezca esta enfermedad. Asimismo se aconseja un correcto control de lípidos en sangre, tanto colesterol como triglicéridos.
  • No automedicarse, y consultar con el médico cualquier síntoma o anomalía que se relacione con un tratamiento farmacológico que esté siguiendo el paciente.
  • La suplementación de la dieta con aceite de pescado rico en omega 3, u otros compuestos con esta molécula (ácido docosahexaenoico y ácido eicosapentaenoico), ha generado multitud de trabajos de investigación con resultados satisfactorios en la protección hepática frente a las causas que provocan esteatosis.

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