[et_pb_section bb_built=”1″][et_pb_row][et_pb_column type=”4_4″][et_pb_text _builder_version=”3.13.1″]

La gota es un síndrome caracterizado por episodios repetidos de dolor articular e inflamación.

Surge como consecuencia del depósito de cristales de ácido úrico o urato en las articulaciones, preferentemente en las más bajas del cuerpo. Inevitablemente este depósito de cristales de ácido úrico es consecuencia de la hiperuricemia o niveles altos de éste en sangre. La gota es una enfermedad más frecuente en varones, con una incidencia baja, de 0,3%, aunque con una prevalencia en torno al 2%.

Los puntos que se ven afectados con mayor frecuencia por este tipo de artritis son las zonas inferiores del cuerpo, tobillos, pies (sobre todo los dedos gordos) y rodillas, pero también ataca a manos y muñecas. Los niveles elevados de urato no siempre desembocan en gota. Esta incidencia tiene relación directa con los niveles de ácido úrico, de tal manera que llega al 5% para niveles de ácido úrico en sangre superiores a 9 mg/dl.

Si la hiperuricemia se corrigiese, los depósitos van lentamente disolviéndose hasta desaparecer, por tanto, se considera una enfermedad reversible. Si esto no sucede, persiste la sobrecarga en sangre de ácido úrico, con el tiempo se cronifica y se forman nódulos alrededor de la articulación que se conocen como tofos

En cuanto a las causas de la gota, el hecho de que el organismo presente un aumento de ácido úrico puede deberse a dos circunstancias: o bien el propio cuerpo genera un exceso del compuesto, o bien no tiene capacidad para eliminarlo correctamente, es decir, existe algún fallo a nivel renal.

  • Enfermedades de la sangre: algunas enfermedades de la sangre pueden ocasionar esta enfermedad, como en los síndromes mieloproliferativos, leucemias, linfomas, la policitemia vera, etcétera.
  • Algunas enfermedades oncológicas y sus tratamientos pueden también ocasionar cifras elevadas de ácido úrico y gota, por lo que al inicio de sesiones de quimioterapia esto debe tenerse en cuenta y prevenirlo.
  • Fármacos: los llamados citostáticos, medicamentos en su mayoría usados para el tratamiento del cáncer, pueden desencadenar este síndrome. Algunos fármacos para el tratamiento del virus del SIDAtambién pueden generar episodios de gota. E igualmente se han relacionado algunos diuréticos con este mecanismo.
  • Dieta: es un factor muy conocido como productor de hiperuricemia y gota. Históricamente se relacionó esta enfermedad con reyes y nobles, que en su momento eran los únicos con acceso a carnes y alimentos ricos en purinas, así como bebidas alcohólicas como la cerveza (con frecuencia solían abusar de su consumo), que aumentan el riesgo de padecer la enfermedad. Actualmente este factor sigue haciéndola más frecuente en el mundo occidental.
  • Existe un factor hereditario, de modo que los individuos con predisposición genética deben cuidarse especialmente a la hora de cometer excesos con alimentos como marisco, carnes rojas, carne de cerdo, determinados pescados, etcétera. Todos estos alimentos tienen la característica común de ser ricos en purinas; estas, al ser metabolizadas por el organismo, dan lugar al ácido úrico. En estas personas con afectación familiar, el mecanismo suele ser un defecto en la eliminación renal de ácido úrico.

El tratamiento aplicado a los pacientes gotosos tiene como objetivo minimizar las dolencias derivadas de la enfermedad, disminuir los niveles de ácido úrico en la sangre, y evitar en la medida de lo posible la reaparición de los ataques.

Cuida siempre de tu salud con un servicio único y eficiente. Visita Pharmamedic.

[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]