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IOTA nace en el 2014, cuando el equipo detrás de su plataforma fundó una Startup que tenía como objetivo desarrollar un microprocesador para el Internet de las Cosas (Internet of Things IoT), haciendo referencia al hecho de que cualquier objetivo puede ser conectado a Internet.
El núcleo técnico de esta criptmoneda, elimina los bloques y por lo tanto, la latencia que surge cuando estos se distribuyen a través de la red. Al mismo tiempo, IOTA crea las llamadas “instantáneas” a través de “Hitos”, mediante los cuales los nodos pueden descartar todas las transacciones que tuvieron lugar antes de las instantáneas, esto ahorra espacio en el disco duro y facilita el inicio de un nuevo nodo.
A pesar de ser una de las criptomonedas de más rápido crecimiento, es también una de las más criticadas; esto se debe a varias decisiones de diseño, entre las cuales podemos mencionar el hecho de que usa un algoritmo de criptografía post-cuántica, lo que aumenta el tamaño de las transacciones casi diez veces, esto quiere decir que lo que necesita 160 bytes para Bitcoin, necesita 1,6 kilobytes para IOTA, siendo esto altamente contraproducente si lo que se quiere es escalabilidad.
Usa un sistema ternario en lugar de binario, otra de las razones por lo cual muchos dudan de esta criptomoneda, ya que la infraestructura de software actual se basa en sistemas binarios
A pesar de estos inconvenientes ocupa el puesto número 7 en capitalización de mercado, con una cotización entorno a los US$ 0.55, y se estima que para el 2020 serán miles de millones los objetos conectados a la RED, permitiendo a las empresas explorar nuevos modelos de negocios B2B, haciendo de cada recurso tecnológico un servicio potencial para ser negociado en un mercado abierto en tiempo real; lo cual es una de las mayores innovaciones de IOTA y es denominada “Tangle” un nuevo libro distribuido sin escalas, revolucionario, escalable, ligero y que por primera vez permite transferir valor sin ningún cargo.
IOTA puede, en teoría, escalar “casi infinitamente” gracias a su estructura de red “Tangle“, pero no debemos olvidar que es una tecnología experimental, que hace las cosas de manera tan diferente que casi reinventa las criptomonedas y aunque actualmente el sistema no puede hacer lo que promete hacer, muchos de estos inconvenientes ya están en modo alfa y se prueban en vivo en la red, otros están planeadas para el futuro.
El ritmo de las nuevas innovaciones presentadas por los desarrolladores de IOTA es alto. A finales de 2017, se lanzó el nuevo cliente y, según los informes de la comunidad, IOTA funciona de manera estupenda, en cualquier caso, una tecnología en desarrollo y crecimiento como IOTA siempre tendrá cosas positivas que aportar.
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