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La medicina natural trata de descubrir y eliminar la causa raíz de las enfermedades, no sólo el tratamiento, sino también su prevención.

La Acedera: planta que se reconoce con facilidad por tener un suave sabor agridulce que agrada a los niños. Es una planta refrescante e incluso se puede tomar el zumo con agua para remplazar la limonada. Los ácidos orgánicos que le dan su sabor pueden ser aprovechados para problemas gripales, pero es sobre todo una planta emoliente, eficaz en la hepatitis viral. La raíz purifica la sangre. En infusión alivia problemas respiratorios (bronquitis, asma, etc). No debe confundirse con la romaza o lengua de vaca, planta que también recibe el nombre de acedera en algunas regiones.

Achiote: Las semillas de Achiote son antiinflamatorias y antisépticas poderosas, propiedad que se puede aprovechar para problemas bronquiales crónicos o en casos de amigdalitis, en forma de infusión o tintura alcohólica. El cocimiento de astillas del árbol quita dolores artríticos y reumáticos.

Agrimonia: Alivia los síntomas de la cistitis, actúa rápidamente sobre las hemorragias.

Ajenjo: Es una de las plantas más amargas que se conocen, muy útil para problemas digestivos y parasitarios, por su capacidad de limpiar el hígado y la bilis; además el aceite esencial que contiene se emplea para problemas de menstruación y desarreglos nerviosos. La preparación de ajenjo en vino blanco puede ser excelente aperitivo para los niños con anorexia o falta de apetito. Sirve contra picaduras de insectos, pulgas y piojo.

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