El acto de alimentarnos va más allá de una mera necesidad fisiológica, es un verdadero símbolo de cómo nos enfrentamos a la vida, sobre todo a través de la primera figura significativa con la que establecemos un vínculo importante como nuestra madre. Ella nos alimenta a través de su pecho, y es quien habitualmente nos da de comer en nuestros primeros años, comer es el principal acto que nos conecta con la vida, nos nutre y nos permite estar vivos.

La sociedad actual nos sigue exigiendo una determinada imagen y unas medidas concretas, exaltando la juventud y la apariencia por encima de todo, la publicación en las redes sociales es cada vez más enfermizo y un sector de la adolescencia no se identifica con nada más que con sus propias fotos, corriendo el riesgo de confundirse en ellas, perdiendo así de vista su identidad personal.

En definitiva, se perciben como lo hacen los demás, en función de las valoraciones que hacen de ellos, dejando en manos externas su auto concepto, lo cual resulta muy peligroso, ya que no tienen control sobre su vida, dando como resultado un ego frágil y una psique maleable.

Si nos trasladamos al entorno de Internet hallaremos contenido en medios digitales que fomenta los trastornos alimentarios como la anorexia o la bulimia, siendo muy significativa la existencia de páginas web que alientan a prácticas potencialmente dañinas para la salud encaminadas a reducir el número de calorías ingeridas y a alcanzar medidas por debajo de lo que podría calificarse como saludable.

Qué podemos hacer:

  • Evitemos premiar o castigar con la comida.
  • El acto de comer ha de ser placentero y estar enmarcado en un ambiente agradable y relajado, por lo que habremos de esforzarnos en crear un espacio de calma y positivismo, sin gritos ni discusiones.
  • Por otro lado, obligar a comer un alimento por las malas puede provocar rechazo hacia el mismo.
  • No dar una connotación negativa a los momentos de la comida.
  • No debe ser una lucha de poder, es importante poner énfasis en lo positivo de la experiencia.
  • Muy importante no ver la televisión o emplear otros dispositivos durante las comidas.
  • Es importante ser consciente del acto de comer. Hagamos partícipes a los niños en la elaboración de comidas sencillas.
  • Es importante que eduquemos en una dieta y unos hábitos saludables.
  • El objetivo es que desarrollen una buena relación con la comida, que lleguen a amarla.

Alimentarse correctamente es muy fácil. Debemos comer alimentos de calidad y variados.

Por eso recomendamos lo siguiente para mantener un organismo en buen estado:

  • Reducir al máximo los alimentos procesados, son hipercalóricos.
  • Ingerir alimentos frescos ya que estos contienen más nutrientes.
  • Preferir alimentos integrales.
  • Evitar las grasas trans, que están contenidos en alimentos procesados.
  • Muy importante, comer variado.

Recomendación:

Debemos empezar a educar a los niños con una alimentación saludable,  con respeto y dedicación, si mantenemos con ellos una buena comunicación se convertirán en adultos maduros y responsables en todo sentido. Y no olvidemos que nosotros somos siempre su modelo de conducta.