Existen dos tipos de causas de la retención urinaria: las obstructivas y las no obstructivas. Cuando existe obstrucción, la orina no puede fluir libremente a través del tracto urinario, como por ejemplo los cálculos renales. Ahora cuando son causas no obstructivas hablamos de músculo vesical débil y problemas nerviosos que interfieren con las señales entre el cerebro y la vejiga.
El paciente debe consultar con un profesional de atención médica de inmediato si no puede orinar o tiene un dolor fuerte en el abdomen.
Se diagnostica con una ecografía que demuestra una vejiga muy grande llena de orina.
La retención urinaria aguda puede ser mortal.
La retención urinaria puede ser causada por ciertos fármacos que interfieren con las señales nerviosas que van a la vejiga, uretra o próstata.
Los fármacos como los antihistamínicos y algunos antidepresivos, pueden causar retención urinaria tanto en hombres como en mujeres. Otras causas son el depósito de heces duras que ocupan el recto y ejercen presión sobre la uretra.
Los síntomas comunes de la retención urinaria aguda tenemos:
Imposibilidad de orinar, dolor en la parte inferior del abdomen y la necesidad urgente de orinar.
La retención urinaria crónica se desarrolla con el tiempo y podría pasar desapercibida o con sintomatología mínima, lo que podría dificultar su detección.
La retención urinaria podrían incluir los siguientes tratamientos: drenaje de la vejiga, medicamentos, procedimientos médicos y cirugía.
El tratamiento inicial es el sondaje urinario. En algunos casos es necesario, extraer la orina insertando sonda a través de la piel del abdomen, justo por encima de la pelvis. El siguiente paso es tratar la enfermedad que ha causado la retención urinaria.