Un resumen de la evidencia hasta el momento sugiere que la obesidad está asociada con un mayor riesgo de desarrollar síntomas graves y complicaciones de la enfermedad por coronavirus 19 (COVID-19), independientemente de otras enfermedades, como la enfermedad cardiovascular.
Los primeros datos parecen sugerir que las personas con obesidad tienen más probabilidades de enfermarse gravemente debido a COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
Un número creciente de informes ha relacionado la obesidad con la mortalidad por coronavirus, y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ahora enumeran la obesidad severa como un factor de riesgo para COVID-19 grave. Los CDC definen la obesidad severa como tener un índice de masa corporal (IMC) de 40 o más.
La evidencia hasta ahora
El artículo resume los datos preliminares disponibles sobre obesidad y COVID-19.
En China, donde comenzó el brote, los datos de 383 pacientes mostraron que tener obesidad se asoció con un riesgo 142% mayor de desarrollar neumonía severa asociada con COVID-19.
Un estudio más amplio de más de 4,000 pacientes con COVID-19 en la ciudad de Nueva York encontró que la obesidad severa era un factor de riesgo importante para la hospitalización, solo superada por la edad.
¿Por qué la obesidad es un factor de riesgo?
Es importante destacar que el riesgo parece ser independiente de otras enfermedades, como la presión arterial alta, que son más frecuentes en personas con obesidad.
Según los autores del estudio, una forma en que la obesidad podría aumentar el riesgo de COVID-19 grave implica la disfunción respiratoria.
Las personas con obesidad tienen más probabilidades de tener una mayor resistencia en sus vías respiratorias, volúmenes pulmonares más bajos y músculos respiratorios más débiles, que son críticos en la defensa contra COVID-19. Estos factores hacen que una persona sea más propensa a desarrollar neumonía y ejercen un estrés adicional en el corazón.