El vitíligo es una enfermedad que afecta a la pigmentación de la piel, y se muestra como manchas de un color más claro de lo normal como resultado de la destrucción de los melanocitos de la epidermis. Su causa es desconocida, aunque se cree que puede tener algún factor hereditario. Las manchas claras en la piel suelen tener una gran repercusión psicosocial en aquellos que las padecen. Ellos pueden acarrear complejos, fobia social o, incluso, depresión. La falta de color en estas zonas característica del vitíligo se debe a la desaparición de melanocitos. Los melanocitos son células que fabrican melanina, que es la sustancia que da color al pelo y a la piel. Se desconoce la causa de esta desaparición celular.
Otra teoría muy arraigada es la autoinmunitaria, es decir, que el vitíligo sería el resultado de una agresión de nuestras propias defensas sobre la piel, sobre todo porque se asocia a otros trastornos autoinmunes en un mismo individuo, mayoritariamente a trastornos tiroideos, pero también formando parte de síndromes con varios órganos afectados.
Su síntoma característico que se hacen visibles manchas de color claro, que suelen ser simétricas e iniciarse alrededor de orificios corporales boca, ano, axilas, alrededor de las uñas, genitales, areolas mamarias, y en zonas donde los huesos son prominentes como codos y rodillas. También puede llegar a afectar a los ojos y a la mucosa de nariz y boca, aunque estas localizaciones son mucho menos frecuentes. La mayoría de las veces el vitíligo no producen ningún síntoma como tal, pero algunas personas describen cierto grado de picor sobre estas lesiones.
Estas manchas pueden alcanzar una extensión variable. Los bordes de estas lesiones pueden aparecer ligeramente más oscuros y, en algunos casos, incluso un poco inflamados y rojizos; pero siempre muy bien delimitados. En algunos pacientes se describe vitíligo bicrómico, tricrómico, cuadricrómico, en función de los distintos grados cromáticos que adquiere la piel en torno a la mancha blanquecina, pues en algunas situaciones pueden existir varias tonalidades entre la mancha y la piel normal.
El vitíligo se asocia con otras enfermedades como: diabetes, tiroiditis de Hashimoto, hipotiroidismo he hipertiroidismo, enfermedad de Addison, asma, alopecia areata, miastenia gravis y halo nevus.
Un diagnóstico correcto del vitíligo es a través de un examen con luz de Wood. Se realiza mediante la visualización de la piel con una pequeña lámpara que emite una luz ultravioleta y presenta una lupa. Solo en casos raros se toma una biopsia de la lesión. En ella se debe demostrar la ausencia de melanocitos. Es aconsejable también realizar un análisis de sangre para determinar la concentración de hormonas tiroideas, y de glucosa para descartar que existan otras patologías asociadas al vitíligo.
No hay un tratamiento para el vitíligo que sea del todo satisfactorio, pero se han conseguido algunos resultados bastante notables. El tratamiento siempre deberá ser específico para cada paciente, según su tipo de afección. En primer lugar es la fotoprotección, ya sea con cremas solares o con ropa, para evitar quemaduras que puedan dar lugar a la formación de más lesiones. En tratamiento tópico se usan corticoides potentes como el valerato de betametasona al 0,1% o clobetasol al 0,05%, valorando siempre los efectos secundarios que conllevan: osteoporosis, diabetes mellitus, candidiasis, y disfonía. Otros tratamientos tópicos combinan kellina, calcio y pseudocalatasa con rayos UVA y UVB, con resultados bastantes satisfactorios.
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