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La erupción polimorfa lumínica (EPL), popularmente conocida como alergia al sol, consiste en una reacción anormal a la luz que produce la aparición de lesiones en la piel tras la exposición directa a la luz solar.

El nombre de alergia al sol se debe a que los síntomas son similares a los de una reacción alérgica, sin embargo, la EPL no es verdaderamente una alergia.

La exposición a la luz puede ser causa de diversas enfermedades cutáneas, conocidas como fotodermatosis, siendo la EPL la más común de todas ellas. Aunque muchas personas experimentan reacciones anormales frente a la luz solar, los síntomas suelen ser leves y transitorios, por lo que la mayoría de las veces no consultan a su médico. La causa de la alergia al sol exacta por la que se produce esa reacción de la piel ante la luz del sol todavía no se conoce. Sin embargo, sí se sabe que la EPL aparece cuando hay una exposición a los rayos ultravioleta (UVA o UVB) más prolongada de lo normal.

Las zonas corporales que se afectan más frecuentemente en la alergia al sol son el cuello, el escote y los antebrazos. También se pueden afectar otras regiones como los brazos, la espalda o las piernas. Normalmente, la cara y las manos de los pacientes con EPL no presentan lesiones porque estas zonas reciben generalmente una exposición solar diaria y, por tanto, están habituadas.

Utilizar cremas de protección solar previene las lesiones cutáneas

La exploración física es clave para el diagnóstico de alergia al sol.

Las lesiones en la piel suelen aparecer horas o días después de la exposición al sol

En el tratamiento de la alergia solar es esencial la protección solar estricta, aunque en los casos más graves se pueden utilizar fármacos como corticoides o antipalúdicos. En los casos de duda, se puede realizar una biopsia de la piel o un procedimiento denominado fotoprovocación.

En cuanto a la prevención, es fundamental proteger bien la piel con cremas solares, ropa o gorros. Además, es importante que la piel se acostumbre poco a poco a la luz solar para prevenir así la aparición de lesiones cutáneas. A las personas que tienen la piel especialmente sensible se les recomienda evitar el uso de perfumes, desodorantes y cosméticos al tomar el sol, ya que éstos pueden promover la aparición de una EPL.

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