La malva es una planta con reconocidas propiedades curativas desde hace mucho tiempo. Las hojas y las flores son las partes de la planta que contienen principios activos y sustancias beneficiosas para la salud.
Las propiedades medicinales de la malva más relevantes son como antiinflamatorias, laxantes, demulcentes, emoliente, digestivo, antidiarreico, expectorante, cicatrizante, diurética.
Ayuda a en afecciones de la piel como forúnculos y granos, heridas, ulceras, llagas, quemaduras solares y de otro tipo, abscesos, hemorroides, eczemas, dermatitis, picaduras de insectos, estreñimiento, calma la tos, gastritis, ulceras gastroduodenales, cistitis, faringitis, laringitis, bronquitis, conjuntivitis, resfríos, anginas, enfisema pulmonar, asma, estomatitis, nefritis, reflujo gastroesofágico, vaginitis, dolores dentales, aftas bucales.
Además mejora la defensa del organismo para combatir enfermedades, desinflama la vejiga, la mucosa del estómago, intestino, garganta, amígdalas, boca, encías, sequedad ocular, afonía, ronquera, catarros, baja la fiebre, alivia dolor reumático y artrítico, gota, favorece el crecimiento del cabello.
La malva puede usarse en forma interna o externa ya que en ambas formas es realmente muy efectiva para resolver las patologías mencionadas anteriormente.
Se puede preparar una infusión o decocción, pero también cataplasmas, para realizar gárgaras, lociones. Hay varios tratamientos cosméticos que usan a la malva por ser realmente positivo para mantener o recuperar la salud de la piel y el cabello.
La malva realmente puede resolver problemas de salud y aliviar síntomas por lo que vale la pena probarla y experimentar sus efectos positivos. Si tenemos dudas sobre cómo usarla correctamente se debe consultar al médico.
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